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Channel: Tribulaciones de un guionista
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LA LEY DE IGUARDANS

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En el artículo anterior, enuncié los principales problemas del cine español, pero se me olvidó mencionar uno: que Zapatero se confundió en el cambio de Gobierno del pasado abril. Como en el famoso sketch de Les Luthiers (5.20), a Zapatero se le desordenaron los post-it donde tenía organizado el nuevo reparto, y acabó intercambiando dos puestos sin darse cuenta: el de Ministro de Cultura con el de Director del ICAA.

Porque, obviamente, era Guardans el que iba para Ministro, y Angelines la que iba para el ICAA. Es de cajón: la cineasta al cine y el picapleitos a la política. Pero claro, a ver quien es el guapo que le dice "Presidente, que se te han volado los post-it". Ahí es nada, enmendarle la plana a un Presidente Español en su segunda legislatura. ¿Conocen El Traje Nuevo del Emperador? Pues imagínenselo en versión gore. Como, en el fondo, a nadie del PSOE le importa un carajo ni un puesto ni el otro, lo dejaron estar. Al fin y al cabo, una de las ideas previas de Zapatero había sido suprimir el Ministerio de Cultura. Y para el caso, habría sido hasta mejor.

Y de pronto, un catedrático de Derecho, parlamentario catalán y eurodiputado; un político de raza hecho a medida para encajar golpes en estos tiempos de chapuzas canónicas y barbaridades antipiratería pasa a estar al frente de algo tan pequeño y específica Instituto de Cinematografía y a dictar leyes locas sobre cine; mientras que una cineasta multipremiada, exdirectora de la Academia de Cine, conocedora de todos los entresijos de la industria cinematográfica, es injertada antinaturalmente en el Ministerio de Cultura, básicamente para recibir varapalos de la prensa día sí, día más.

Evidentemente, el resultado es un caos de padre muy señor mío. Angelines anda prácticamente en paradero desconocido (y hace bien). Y Guardans, que está jodido porque ya le habían soplado que iba para Ministro y vive el ICAA como una especie de destierro, se dedica a cultivar fama en los medios por la vía rápida, es decir, haciendo el ridículo. Verbigracia:

"A igualdad de condiciones, calidad, presupuesto y todos los parámetros que fija la orden", las películas con "responsable o directora" mujer tendrán "un plus" en la concesión de hasta un 50% más de ayudas. (Fuente: El País, que Dios me perdone.)

No, no es la frase vencedora de un Campeonato de Ambigüedad Retórica. Lamentablemente, no existen campeonatos de eso, aunque habría que crearlos. Guardans sería un Indurain, un Lance Armstrong. Probablemente, su vanidad quedaría satisfecha con las glorias que allí cosecharía, y no se vería obligado a currarse portadas con esas declaraciones dignas de Cristina Almeida tras una noche de copas con Paquirrín. Ella suelta la otra la chorrada del plus, la igualdad de condiciones, y el 50% más (¿más que qué?), el otro sentencia "¡Qué bueno está el cubata!", y a superar el share de "Amar en Tiempos Revueltos".

Pero no, no es un exabrupto de tabloide de sobremesa. Son declaraciones en el Congreso de los Diputados. Es la Realidad. La Ley de Iguardans. Y nos la vamos a comer con patatas. Dicen que la realidad imita al arte. En esto, imita a una novela policíaca de a duro: resulta que la mala era el ama de llaves. Ésa que no tuvo cuidado de que no hubiera corriente en el despacho de Zapatero mientras éste organizaba el Gobierno.

Si la pillo, la mato.

Pero al mal tiempo buena cara. Hagamos como nuestros blanditos diplomáticos chupamicros representantes: nomordamos la mano que nos da de comer seamos constructivos. Colaboremos con el Señor Director y la Excelentísima Señora Ministra en la aplicación de la Ley de Iguardans en el ámbito de la Cultura y el Audiovisual. Ahí va mi granito de arena, unas ideas sueltas para mejorar la situación de la mujer:

* Igualdad de oportunidades no sólo en cine, también en televisión. Todas las cadenas deberán emitir los mismos minutos de programas, series y películas dirigidas por mujeres. Paridad en antena.

* No nos limitemos sólo a la autoría. También al protagonismo de la mujer. Acabemos con el monopolio machista en el deporte. ¡Fútbol femenino al prime-time de fin de semana! ¡Vueltas ciclistas femeninas con el mismo horario y presupuesto que las masculinas! Y que nadie salga con machistadas de que el deporte femenino es menos espectacular que el masculino. ¿Acaso el tenis femenino tiene menos audiencia? Lo que nos lleva a otra reflexión:

* ¿No es discriminatorio el vestuario de las tenistas? Seamos serios: ¿acaso esas faldas que dejan ver las bragas en dos de cada tres raquetazos no son un reclamo para captar audiencia? Deberíamos considerar la posibilidad de uniformar a los y las deportistas (¿y deportistos?) de una manera que no cosifique a la mujer. (Una medida que podría extenderse también a la alta política. Excelentísima Señora Chacón: llevar un traje chaqueta NORMAL tampoco la va a matar.)

Y por si alguien piensa que lo de las bragas es obsesión mía, permítanme recordar algo que dijo el años pasado la entonces Presidenta de la Academia a propósito de la portada del Boletín de "su" Academia:

Volviendo a hacer referencia al boletín de la Academia, expresó su rechazo a la portada diseñada por Jordi Lavanda (sic) en homenaje a Jesús Franco, en la que aparece "rodeado de señoritas con grandes tetas", lo que a su presidenta no le parece "que ensalce la dignidad de la mujer". (Fuente, EuropaPress, Dios se apiade de mi alma pecadora.)

* Y lo más importante: dejen de ver la paja en el ojo ajeno y vean la viga en el propio: paridad al frente del ICAA, por favor. Fernando Méndez-Leite, Enrique Balmaseda, José María Otero, Fernando Lara, Ignasi Guardans... ¿Pero esto qué es? ¡Una mujer al frente, pero ya!

Venga, Ignasi, cámbiate de silla con Angelines y dejad de jodernos de una vez.


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